miércoles, 23 de abril de 2014

Fases sueño

Fases del sueño del bebe

Al dormir, todos atravesamos diferentes fases de sueño, pero las fases de sueño de un bebé no son las mismas que las de un adulto.
Un adulto pasa por 5 fases de sueño, 4 subfases de sueño No REM (movimiento ocular no rápido) divididas en sueño ligero y sueño profundo, y una fase REM (movimiento ocular rápido), un tipo de sueño muy ligero.
En cambio, el patrón de sueño del bebé es muy diferente al de un adulto. Un bebé recién nacido sólo tiene dos de las cinco fases. Ellas son: sueño profundo y fase REM.
El por qué es muy simple. Un recién nacido necesita despertarse varias veces para alimentarse. Si tuviera cinco fases necesitaría mucho más tiempo para dormir y no podría alimentarse tantas veces como tiene que hacerlo. Pasan más tiempo en sueño REM, menos profundo y más receptivo a los cambios del entorno. Luego entra en una fase de sueño profundo (no REM) del que pueden salir fácilmente despertándose. Y así toda la noche alternan ambas fases.
Tal vez ahí esté la clave de muchos malentendidos. Es absolutamente natural y normal que un bebé se despierte por la noche. Lo hace para que “alguien”, por lo general su madre, satisfaga su necesidad de comer. Por eso los bebés se despiertan llorando. Es su forma de llamar a mamá para que le de de comer o simplemente para que lo cobije en sus brazos, que al igual que comer, es una necesidad básica del recién nacido.
Comprender esto es básico para entender por qué no es sano intentar modificar el patrón de sueño de los niños. Porque va en contra de su propia naturaleza. También se entiende por qué quienes defienden el colecho (dormir con el bebé) sostienen que es más natural que cualquier otra forma de hacer dormir al bebé.

Porque en cuanto se despierta con hambre tiene cerca a su madre para alimentarse (hay veces que el bebé mama y ni él ni la madre se enteran) y porque además se despierta menos por la noche, pues al tenerla cerca no siente la necesidad de llorar para buscar su calor. Habréis notado que a veces el bebé se despierta llorando, mama cinco segundos y se queda dormido. No buscaba alimento, sino el contacto con su madre.
Volviendo a las fases de sueño...
El sueño profundo se pueden dividir en cuatro etapas sucesivas. Se pasa del sueño muy ligero al ligero, luego al profundo y finalmente al muy profundo. La respiración y los latidos del corazón son más tranquilos y regulares tras cada etapa, apenas se mueve el cuerpo y a veces se ronca. En esta fase muy profunda cuerpo y mente están muy relajados y en esta fase es muy difícil levantarse sin reloj despertador u otras influencias externas. La fase de sueño profundo se va alternando, durante la noche, con el sueño ligero.

La fase de sueño REM o liviano, en la cual se producen los sueños, se caracteriza por movimientos oculares laterales bruscos, rápidos, con los párpados cerrados, también se llama fase de sueño activo. Si realizamos un electroencefalograma en esta etapa, el funcionamiento de las células nerviosas es similar a cuando el niño está despierto, el sistema cardiovascular responde a las vicisitudes del sueño y puede aumentar la circulación cerebral hasta cuatro veces. Durante esta etapa puede haber quejidos, vocalizaciones, y el despertar es más fácil puesto que el celebro está activo, sueña y puede que mueva incluso los músculos faciales. La respiración y los latidos del corazón son más irregulares que en el sueño profundo.

Es alrededor de los seis meses cuando el bebé adquiere el resto de las fases. Pero como todo, lleva su tiempo aprender a “usarlas”. Comienza un período de adaptación en el cual el niño va practicando cómo dormir, por decirlo de alguna manera. Habrá noches que se despierte muchas veces, otras menos y tal vez alguna, alrededor del medio año, las menos, duerma de un tirón.
Alrededor del año, el niño comienza a tener microdespertares, es decir pequeños lapsos de despertar que son una respuesta innata del ser humano a estar en constante alerta. Si a los microdespertares le sumamos los miedos nocturnos, las pesadillas y demás hitos nocturnos que suceden en la infancia, son alrededor de tres o cuatro años en los cuales los constantes despertares por la noche son absolutamente normales.


http://spanish.news.cn/photo/2010-02/22/c_13183384.htm

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